La luz infrarroja (IR) es invisible para el ojo humano y consiste en radiación electromagnética con longitudes de onda más largas que la luz visible. Esto significa que la tecnología de imágenes térmicas puede detectar el calor que emite el cuerpo. Si bien no hay forma de detener la generación de calor a nivel fisiológico, comprender cómo funcionan las cámaras termográficas puede ayudarlo a evitar ser detectado.
La termografía, también conocida como infrarrojo pasivo (IR), detecta la radiación infrarroja (básicamente, calor) emitida por los objetos y muestra sus temperaturas. Estos dispositivos son eficaces en cualquier condición climática y de iluminación, lo que los hace valiosos en aplicaciones militares, de caza y civiles, desde la medicina hasta la construcción.